poesía 2

ama & aita

(el complice, de mi creadora) gabirel esturo gonzalez

.................................nacio en barakaldo el 6 de setiembre de 1920 y se fue al cielo el 23 de noviembre de 1991

 

.

gracias por haberme traido a este mundo

(gabirin)

aita

Como los ánades,

como las calandrias

como las torcaces,

tú también te quieres ir

a las tierras soleadas del sur

a pasar el invierno.

Te vas con las alas cortadas,

casi sin poder aletear,

pero te quieres ir

a las tierras del sur; calidas y secas

donde el sol pega de lleno todo el día

y donde el frío se mantiene alejado.

Te quieres ir

como las grandes bandadas de gansos

o como las grullas dando esos graznidos

que soportan toda la oscuridad de la noche.

te vas lentamente, sin prisas

con los calidos vientos termales

y yo te veo pasar,

como he visto pasar siempre

a todos los pájaros migratorios,

observándoles

en ese preciso instante

que dura segundos

donde me pierdo, y yo también

quisiera irme con ellos.

Pero sé que tú me guiaras

por los senderos estelares

del universo

con tu coraje y con tu amor,

con tu fuerza y tu valor.

y te vas… lentamente,

como si no quisieras irte

y yo, parte inequívoca de ti,

me siento en el rincón calido

y alegre de nuestro hogar,

para seguir tus huellas,

tratando de que las mías

sean mejores.

 

gabirel

(mi creadora) maria angeles rodriguez santamaria

........nacio en los tranviarios el 7 de agosto de 1923 y se fue al cielo el 13 de setiembre de 2000

 

gracias por haberme traido a este mundo

(gabirin)

ama

Quisiera escribir un poema

tan hermoso como una flor

y aún así me quedaría corto.

Trapasaste todas las barreras

de la vida y aún sigues

con fuerzas para sonreir.

Tu risa casi apagada

por los abatares de la vida

hoy se enciende como una tea.

Tus manos casi torcidas

casi incapaces de dar amor

ese amor que se desborda

por tu cuerpo,

por todas tus acciones,

que casi no sienten

que casi no pueden hacer

las cosas mas sencillas.

Tus dedos que ayer

me acariciaban

y hoy casi insensibles,

que se fueron doblando

lentamente con el coser,

con el cortar pescados,

con el lavar,

con el fregar…….

Tus brazos que me acunaron

y me mimaron sin mas.

Tu cuerpo que antes

era erguido y ahora

se va doblegando,

y que tú con toda tu fuerza

le obligas a caminar.

Tus piernas andando torpes

cuando ayer volaban por el monte,

hoy caminas lentamente

cogida del brazo de tu amor

y hasta donde llegues,

a tu lado

¿“siempre”? estaré yo.

Quisiera escribirte un poema

pero las flores se rebelan

por temor

a que no las riegues más.

Nunca te vi arrancar flores

siempre las plantabas.

inicio

 

Todos los días

antes de acostarme

escribo un verso

pero como nadie lo lee

lo quemo, lo rompo.

Todos los días

me encuentro con una flor

y si no la busco hasta encontrarla

para que me recuerde

lo bello que es el día.

Todos los días

sonrío cuando amanece

solo para agradecerle

que sigo en esta vida

y entre las nubes y el sol

la lluvia y el frío;

toco la guitarra

canto una canción

y paseo mi destino.

Todos los días

camino por las calles

acompañando mis sueños

unos días voy solo

otros voy conmigo

y entre miradas y ruidos

camino y camino.

Todos los días

antes de acostarme

escribo un verso

pero como no lo lee nadie

le dejo que siga

su camino.

 

EL ASILO 1º

En el país de las miradas,

donde los ojos

se balancean por el espacio

buscando

entre los sueños perdidos

entre los sueños olvidados,

entre los sueños vividos.

Las bocas cerradas,

los cuerpos inmoviles,

rígidos o tambaleándose

sobre la curva de un bastón.

Los cuerpos arrugados,

la mente incrustada en el ayer,

y la boca que se abre y se cierra

solamente para comer.

Las palabras quietas en el desván

oscuro del pasado,

esperando.. .esperando..

sin futuro.

Despiertos o dormidos

siempre soñando...

soñando...

pensando.

En el país de las miradas

se encuentra mi madre

DESTERRADA.

La noche se duerme

en las alcobas de mis ruidos.

La noche acuna mis pensamientos

en el laberinto de mi música.

La noche se cierra entre los tic-tac

incansables de los relojes,

y mi espíritu vaga

por los senderos heridos de mis versos,

agitando la Rosa de los Vientos,

soñando entre las sabanas.

La noche se avecina

entre las cortinas

de humos incandescentes

clavándose en los ojos.

La noche llega lentamente

para irse en los segundos

efímeros de un sueño.

Los látidos de mi corazón

ya no se oyen

y las buenas acciones de mi ser,

se han agotado en los ruidos

sordos de la madurez,

en las decisiones muertas

de la vida

que tenemos que escoger.

Sangra mi mente por los pasillos

verdes del jardin

acompañando a mi madre

entre las frases lúcidas

y los traspies.

El pechorojo no se atreve

ni a cantar.

Las chiviritas no se atreven

ni a salir,

y las meacamas se doblegan

en el tapiz.

La malviz canta a lo lejos

y la escavadora me impide oir.

 

EL ASILO 2º

Mi madre cogida de mi brazo

se pasea por el jardin,

estas son camelias,

si, estas también

este parece un peral

y aquel, que viejo es

aquel si, que viejo es,

no lo ves,

mira, que flores....

parecen.... pero no sé,

este árbol se ha doblado,

aquel se ha secado,

y estos como medran,

no sé cual es.

Alli siguen los puerros,

pero yo no duermo aquí,

cada día me cambian,

ahora no sé quien dormira allí.

El sol me ciega los ojos,

pero aún puedo ver.

Mi madre está aquí sola

y yo no sé que hacer:

no puedo con su vejez,

no resisto su decaer;

y me voy en el silencio

de un adios,

y ella se queda en su carcel,

y yo no sé que hacer.

Siempre mirando a la puerta:

esperando su niñez.

Las palabras se quedan mudas:

esto no puede ser.

Abandonados en sus mansiones

esperando que algún día

la muerte los venga a recoger.

Y yo en mi mundo....

que mundo es este,

que no hay sitio para la vejez.

Que se abandona a quien le dio nacer.

Quien soy yo que a mi madre

no puedo acoger.

Se acabaron las palabras,

se acabo el papel,

se acabo el canto del jilguero,

se acabo el paseo del cienpies.

Pero al poco rato

nace un nuevo ser,

y sin más razones

todo empieza a florecer.

En mi alma es primavera,

pero mi madre

no sabe lo que es.

Los tallos revientan en los árboles

y yo me voy sin el ayer.

Paseo por el jardin

y mi madre habla con los enanitos

que son los únicos

que la deben de entender.

Mi madre no ha muerto

pero yo hace tiempo

que la enterré:

en el baul oscuro

de la vejez.

gabirel 1

 

fomentando los lazos

que nos unen

es

+sencillo

y gastas

-energía

 

poeta

amaita

mis creadores cenando